miércoles, 2 de marzo de 2011

Cheflera o Árbol pulpo


Una de las plantas de interior que mejor llenan de vida aquellos rincones del hogar un poco apagados es la schefflera. Este ejemplar, de aspecto arbustivo, puede llegar a medir dos metros de altura, por lo que se convierte en una elección muy indicada para las casas de techos altos.
Esta planta es más común en los hogares de nuestro entorno de lo que su nombre pueda aparentar. Descubierta por el botánico alemán Scheffler en el siglo XVIII, sus hojas pueden ser oblongas o palmadas, compuestas y, generalmente, están en grupos de cinco, aunque esto varía según cuál de las 150 especies se esté observando. En cuanto a las flores, se puede decir que son insignificantes.
Dentro de la familia a la que pertenece, las Ariliáceas, la schefflera es una planta que requiere un sustrato principalmente blando que es conveniente que sea abonado mensualmente con extracto de algas.
Algo imprescindible para esta planta es asegurarle la cantidad necesaria de agua. La schefflera tiene sus orígenes en regiones del planeta con altos niveles de humedad como lo son la India, Nueva Zelanda y otras islas de Oceanía, lo que hace pensar que es preciso administrarle agua con cierta frecuencia, según la estación de año. Así, en verano habrá que regarla una vez por semana, mientras que en invierno los riegos se producirán cada 15 días. Una alternativa es plantarla en tiestos de hidrocultivo para que sea ella misma quien dosifique el agua que precisa.
Otro de los pocos aspectos en los que debe de prestar atención en el cuidado de esta planta es el de garantizarle una ubicación luminosa. La luz le debe de llegar de manera ligeramente tamizada, es decir, no debe estar expuesta a la incidencia directa de los rayos solares. Sepa también que existen muchas variedades de esta planta y que aquellas que tienen más presencia de tonos amarillos en sus hojas precisan más cantidad de luz.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
- En verano regarla una vez por semana, mientras que en invierno los riegos se producirán cada 15 días.
- Otra posibilidad es plantarla en tiestos de hidrocultivo para que sea ella misma quien dosifique el agua que precisa.
- Rociar el follaje dos o tres veces por semana.
- Cortar las puntas de vez en cuando, para que la planta se ramifique.
- Si se ha puesto larga, de pocas hojas, cortar el tallo principal hasta unos 30 cm del suelo, en primavera; rebrotará.
- La savia es irritante.
- Si las hojas están amarillas, con telarañas en el envés, hay ataque de arañita roja; rociar con acaricida.
- Si las hojas tienen manchas café en las hojas, pecíolos y tallos, quiere decir que ha sido atacada por cochinillas o conchuelas.
- Manchas algodonosa en hojas y axilas, evidencia de ataque de cochinillas.
- Multiplicación: en primavera por esqueje en agua, por acodo o por semilla previamente remojada.

 

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